Grandes Detalles que Conquistan...

He leído tantas veces el típico cliché de como conquistar a una mujer, y lo vemos todos los 14 de febrero: Tarjetitas románticas con cientos de corazoncitos, montones de rosas rojas con otra tarjetita de "Te Amo" o "Sos Especial", chocolates y demás golosinas o peluches con un coranzón que también dice "I Love You" -que espero sepan que significa porque sino a la mierda dicho osito- o que te acordés de fechas importantes como el día en que la viste por primera vez, el día en que le diste el primer beso, y demás días (y yo que ni recuerdo mi propio cumpleaños). Claro que yo tengo todos estos papelitos, recuerdos, tarjetitas y demás recuerdos que mi mala memoria no sabe donde dejo... A veces hubiese preferido como en las películas en que uno devuelve lo que uno dio, pero no, a mí eso nunca me ha pasado... Así podría releer o ver lo que "di" y el como me sentía, pero yo por lo menos tengo en mi recuerdo lo que recibí... Porque claro el lado romántico siempre es lindo, y claro que soy una suavecita que aún le sudan las manos, se pone roja y le tiembla la voz y hasta llora en determinadas situaciones -pero no le digan a nadie-. Algunos amamos más los detalles que las palabras... La mayoría de mujeres prefieren la oralidad (y no me refiero a sexo oral, aunque también sirve) , dicen que amamos que nos repitan lo mucho que nos quieres, o lo que nos amas... Dicen que nos conquistan por el oído, pero tengo mis diferencias y eso que soy sonora. Nunca dije -Te extraño, lo que más he llegado a decir es: -No te perdás... Así que escribir es mi manera de tratar de ubicar eso que me cuesta decir, esas emociones que guardo en el caparazón... Por eso tiendo agradecer con acciones y por tanto los prefiero más. Mentalmente hice un esfuerzo sobremedido para recordar como me conquistaron... Mi primer beso, me conquistó esperando 6 meses por uno de mis besos, viendo fábulas (las cuales detestaba) y dejaba de fumar en mi presencia (o cuando saliamos) para que no le olieran los dedos... Mi primer novio, ese que dicen que nunca se olvida, me escribía poemas y me los deslizaba por la puerta en la madrugada para que al levantarme para ir a clases los leyera, se dio cuenta que las rosas rojas no me gustaban y me regalaba blancas arrancadas del jardín de su abuela (ja jaa no teníamos dinero así que los regalos eran muy originales), las tarjetas que me daba eran diseñadas, recortadas, pintadas y escritas por él, me llamaba apenas llevaba a la casa (y eso que somos vecinos) disfrutaba como se apuntaba a mis experiencias ultrasensoriales (ja jaa no sabía como llamar mi amor por el agua) y resfriado se quitaba los zapatos y corría a mi lado disfrutando la lluvia y brincando en los charcos mientras nos dejabamos mojar al mover un árbol. Chunchito aprendió a "dibujar" con los lápiz de color de su hermana, se comía en medio camino los postres que me mandaba su mamá y llegaba con la basura y todo la camisa sucia de lustre, se sonrojaba cuando hablaba de amores pasados y cuando su mamá venía a quejarse conmigo, tenía esa lengua sin trabas, que lo que pensaba lo decía en el momento, recuerdo cuando conoció a mi primer novio y dijo: -No entiendo porqué no estás aún con él. Leoncito se reía tan duro, cada 5 segundos y hasta de sí mismo con tal agudeza y doble sentido (ni hablar del sarcasmo), le ponía a todo un poco de humor, tenía en su bulto el logo de Pink Floyd, sostenía los ojos en cada mirada e intentaba seguir el hilo de mis conversaciones random (así como pienso, escribo, hablo y también olvido en media conversación... En teoría un total caos). Bri Platónico hacía que 3 horas hablando por teléfono no fuera nada y faltará que decir, contagiaba con su risa cualquier comentario. Pero lo que más ame fue verlo todo un amo de casa: en sandalias (chancletas), en short (pantaloneta) , con una camisetilla (y sin ropa interior) cocinando tan ágilmente a como hablaba... Mientras cantaba y bailaba moviendo las salsas. El Diplomático, nunca me mando un sms diciendo: -Hola, sino hacía las preguntas tan precisas, tan al grano... La memoria de elefante le hacían recordar aquello que decía sin decir (sin la intención de que lo captará) y como se lo confesé una vez: Su diplomacia, su memoria de elefante y sus dos metros eran sus mejores atributos. El Punketa (ese del que aún no me atrevo a hablar) me enamoró entre helados, teatro, "sinceridad", sentimientos desconocidos, chineos, besos no dados, romanticismo no esperado y 1.57 de estatura. Y así puedo seguir, para que sepan que a veces lo que menos creemos le cautiva a la otra persona... Es cuestión de ser uno mismo... O de realmente conocer a la otra persona pero sin pretender cambiar lo que realmente sos... Y por esa razón continuó de vacaciones, me han pasado muchas situaciones "positivas" que me hacen sentir mejor, necesitaba aire para oxigenarme, ser vegetariana sexualmente me sienta bien, mi cuerpo lo agradece realmente. Tanto el cambio, que dejé de ser pelirroja, ahora soy peliazul (ja jaa accidentes con cuestiones de tinte).