Y de un tuitero, de un fan, de un profe, de un vecino, de un niño, de una mujer, de un adulto muy adulto, de un joven muy joven, de un perro, de un cuaderno...
Y ésta semana les traigo la saga: "Amores Raros" para que se rían de mis tonteras y saquen de su baúl de los recuerdos esos amores divertidos.
Él en su blog sin describirse, hablaba tan bien de él... Era la perfecta carta de presentación, no tenía fotos, pero nunca presumía de lo guapo que era... Aunque en comentarios lo hacía sin querer, tenía esa seguridad que solo los con autoestima alta o los muy ricos suelen poseer. Y esa presunción siempre me ha desbordado. Me gusta poner a los hombres contra la pared, pero siempre he amado que sean recíprocos.
Él tenía ese encanto, yo babeaba leyendo su blog, encontrando una estrategia para conocerlo.
Tenía que conocerlo.
Le escribí a su email, porque claro la mayoría lo tenemos disponible... Los bloggeros amamos los emails que nos dicen que nos aman, que se enojan porque no escribimos... O al menos personalmente me gusta que me regañen, que me confronten, que se metan en mi vida como lo hace un amigo.
Él contestó... Seguimos hablando... ¡Puro veneno!
Llegó el esperado día: ¡Conocernos!
Él no era lo que yo esperaba, supongo que yo tampoco lo era para él. O quizá sí, nunca lo sabré.
A pesar que no me gustaba, su labia era impresionante... Y no sé como... Escribí acá esos sentimientos, que no eran amor, simplemente una ilusión... Él hacía todos mis check-list (bueno menos dos, pero no voy a entrar en detalles).
Y él me escribió un email (sí, un email) hablando mierda que perdón por la distancia, que había estado muy ocupado con su trabajo, que había leído mi blog...
Leía entre líneas y él pensaba que estaba ENAMORADÍSISISISIMA de él, que quería ser su novia y yo ni siquiera había podido dormir bien en su cama.
Y con ese email supé que él siempre había buscado sepso casual bloggero. Era ese tipo que juega de estabilidad, de responsabilidad, de relaciones, blah blah... Pero es porque había aprendido el arte de la "Calentada de Oreja" y que así muchas mujeres cogían rápido... Yo fui su excepción.
Él nunca entendió que yo usaba la misma estrategia... Solo quería sepso casual con alguien fijo: Un noviazgo con poco noviazgo y mucho sepso... Pero nosotros, nunca tuvimos de ninguno. Aunque creo que me sirve más la estrategia a mí, que a él...
(Para los que no entendieron... Ninguno sació sus instintos...No hicimos ¡NADA!)