Quienes me conocen, saben que me he dado el chance de viajar lo más que he podido, quizá no tanto como quisiera, pero más de lo que hubiera podido. Y siempre vienen las mismas preguntas… ¿De dónde sacas tanto dinero? ¿Cuándo te vuelves a ir?
Y el caso que me enoja más: ¡Qué dichosa! Es que si yo pudiera… A mi me gustaría pero…
Primero que todo, detesto estar en un aeropuerto, detesto montarme en un avión, no puedo dormir bien, pero detesto que alguien use “el si yo pudiera o yo quisiera”. Y más si conocieran como yo intenté viajar por añoooooooooosssss.
Tuve un pasaporte por 9 años sin usarse, pagué inscripciones a voluntariados en África, Brasil, busqué e intenté llenar becas para vivir en el exterior, hice las vueltas para irme de niñera en EEUU, hice mis trámites para trabajar en un resort en Canadá… He perdido un pasaporte, terminé congelada en otro país buscando “el sueño americano”, me busqué novios extranjeros, me pagaron tiquetes de avión, me dejaron vuelos (bueno, yo los dejé), me perdí en un aeropuerto, lloré por horas en una banca de aeropuerto y mi primer sello de pasaporte, fue a mi amada Nicaragua con un argentino. Y al único país que siempre he querido ir, todavía no he ido. (Pero sé que el próximo voy, ya lo firmé con todo mi ser).
¿A qué quiero llegar? Creo en el destino, en las vidas pasadas, en que vinimos a la vida a aprender, enseñar crecer, pero también creo en las elecciones y decisiones.
Los anhelos del corazón con constancia se logran, quizá no hoy o mañana, pero vendrán. Mami con 60 años, se montó en un avión y salió del país, no le hizo mucha gracia, pero contó como 100 veces como hizo todos los trámites por el aeropuerto sola. (se fue conmigo, pero le tocó devolverse sola).
Lo que la cabeza piensa, el corazón quiere, la boca dice… las manos lo hacen y el alma lo disfruta. Debemos ser íntegros. Sí queremos algo, debemos quererlo en todas sus formas y trabajar para que pase.
No solo de pensamientos, se hace la vida. Hagamos acciones.
PD. No aplica solo a viajes, aplica a todo aquello que amamos y vibramos con todo el ser (cuerpo, alma, el todo).
Shanthi.
Y el caso que me enoja más: ¡Qué dichosa! Es que si yo pudiera… A mi me gustaría pero…
Primero que todo, detesto estar en un aeropuerto, detesto montarme en un avión, no puedo dormir bien, pero detesto que alguien use “el si yo pudiera o yo quisiera”. Y más si conocieran como yo intenté viajar por añoooooooooosssss.
Tuve un pasaporte por 9 años sin usarse, pagué inscripciones a voluntariados en África, Brasil, busqué e intenté llenar becas para vivir en el exterior, hice las vueltas para irme de niñera en EEUU, hice mis trámites para trabajar en un resort en Canadá… He perdido un pasaporte, terminé congelada en otro país buscando “el sueño americano”, me busqué novios extranjeros, me pagaron tiquetes de avión, me dejaron vuelos (bueno, yo los dejé), me perdí en un aeropuerto, lloré por horas en una banca de aeropuerto y mi primer sello de pasaporte, fue a mi amada Nicaragua con un argentino. Y al único país que siempre he querido ir, todavía no he ido. (Pero sé que el próximo voy, ya lo firmé con todo mi ser).
¿A qué quiero llegar? Creo en el destino, en las vidas pasadas, en que vinimos a la vida a aprender, enseñar crecer, pero también creo en las elecciones y decisiones.
Los anhelos del corazón con constancia se logran, quizá no hoy o mañana, pero vendrán. Mami con 60 años, se montó en un avión y salió del país, no le hizo mucha gracia, pero contó como 100 veces como hizo todos los trámites por el aeropuerto sola. (se fue conmigo, pero le tocó devolverse sola).
Lo que la cabeza piensa, el corazón quiere, la boca dice… las manos lo hacen y el alma lo disfruta. Debemos ser íntegros. Sí queremos algo, debemos quererlo en todas sus formas y trabajar para que pase.
No solo de pensamientos, se hace la vida. Hagamos acciones.
PD. No aplica solo a viajes, aplica a todo aquello que amamos y vibramos con todo el ser (cuerpo, alma, el todo).
Shanthi.