Soy de la que NO creen en los noviazgos largos, putezcamente comprobado que de 5 noviazgos largos, 4 se casan y sólo uno sobrevive porque tienen hijos, los 3 restantes se dan cuenta que no se soportan a los 2 meses de vivir juntos y se "divorcian".
Siempre cuando veo que una relación va muy seria pido una "bendita convivencia" (porque sí, aunque parezca imposible creo en las relaciones de pareja, en la fidelidad y bla bla).
La bendita convivencia, es convivir con ese alguien por más de dos días, los dos solos, con labores domésticas, días aburridos, silencios incómodos y discusiones sin sentido. Suena normal para muchos y hasta fácil, pero creánme, la experiencia me ha enseñado que pocos sobreviven (o sobrevivimos). Al menos está vez yo no lo hice.
Estoy de vagaciones, el gringo DOS se fue a vivir a la playa y me invitó... Sonó bonito... Vacaciones en la playa, tiempo para conocerlo mejor. ¡Oh yeah! Me dijo una semana, y pensé:
No, mejor me voy un fin de semana (claro, viernes, sábado, domingo... Más que suficiente y puede que alargue la estadía).
En un pequeño resumen:
Día Uno: Todo perfecto, abrazos, felicidad por haber ido, comida maravillosa...
Día Dos: Sol, playa, olas... Malhumor, enojo, quejas... Y un: Extraño mi cama.
Día Tres: Gritos en la madrugada, Llaves pérdidas, y al fin... Adiós, queJebús me lo acompañe, porque yo me LARGO.
Y pues sí, definitivamente en 3 días conocí todo lo que muchos noviazgos largos aún desconocen, porqué claro, cuando uno marca (ve al novio) se pone guapo, se maquilla, pone la mejor cara, sale a algún lugar, se besa, se extraña, hace un resumen de lo que ha sucedido... Todo por un ratito...
Pero cuando se pelea por la cobija, o porque está ocupando más de la mitad de la cama, porque gastaste el agua caliente y te demoraste más de lo "normal", porque son las 9am y sigues durmiendo, porque no hay leche, porque no entiende lo que dices, porque se quiebra un vaso, porque le duele la cabeza, porque cerraste un tubo que no debía cerrarse, porque el gato se enfermó, porque la música que te gusta, él la odia y demás bla bla... Se aprende lo que es convivencia, la díficil convivencia.
Algo que tengo claro y lo único que voy a extrañar del Gringo Dos, es a su gato sin nombre... Ese gato que me acompañó en las madrugadas, que si entendía mi español, que se dejaba acariciar y que supo que estaba enojada cuando me aruñó y muy a su manera sí supo pedir perdón... Y que sobretodo, me hizo saber que aunque yo no lo quiera aceptar, si quiero a ALGUNOS gatos, aquellos que sí se dejan querer.
Y como dijo un chiquilín en el FB, el tiempo siempre es la mejor cura para las mariposas en la pancita... Al parecer ese insecticida nombrado tiempo tuvo un efecto inmediato: DOS DÍAS.
Aunque he de confesar que no cambio por nada esos DOS DÍAS a un noviazgo eterno que gastaría algunos años de mi valioso tiempo y no podría encontrar a mi Señor Imperfecto.