Nunca me había pasado antes

-There's always a stage when someone's falling in love with you that they lose their erection. They get confused, they panic, the stakes get too high, the blood rushes from their dick to their heart.

-And everything is fucked.

Fleabag, Episode 6

(Siempre hay una etapa en la que alguien se enamora de ti y pierde su erección. Se confunden, entran en pánico, las apuestas son demasiado altas, la sangre corre desde su pene hasta su corazón. Y todo está jodido).

(Por cierto, serie recomendada, en Amazon Prime: Fleabag).

Él me llevaba muchos años de diferencia, se dice que uno busca figuras paternas, en ese tipo de relaciones, pero quién lo conociera sabría que él era un adolescente en un cuerpo arrugado.

Había tenido problemas en el viaje, él me esperaba en la sala del aeropuerto, no lo reconocí, se había teñido su cabello gris... Ese que tanto le lucía. Lo vi espantada, extrañamente, lo hacía lucir más viejo, porque él era rubio en su adultez, por lo tanto el cabello negro se veía desfasado en sus faciones. 

Llegamos a casa, nos fuimos a dormir. 

Al día siguiente, excitado se avalanza sobre mí, me da risa, le sigo el juego... Pero su pilín no reaccionó... Sacó algo de la gaveta, se lo tragó... 

(Me reía para mis adentros).

Me vio con cara de pena, me dijo:

-Esto nunca me había pasado antes, lo sabes... La otra vez en el hotel.

Y no fue eso lo que mató nuestra relación... Ni que esa vez, en ese hotel, me hubiera dicho otro nombre. Fue verlo ebrio mientras me gritaba tonterías mientras mascaba tabaco, además de ver su pasaporte y ver había nacido en el 63... Eran muchas las diferencias. 

Yo había saltado sobre su cuerpo, una semana antes, habíamos intentado callar el ruido en la madrugada, había conocido a sus padres, me había ido de viaje y había vuelto...

Él saltó sobre mí... Yo sabía que era sexo de despedida, porque otra vez me iba a volver a ir...

Pero él me miraba distinto, no era deseo. Me sentí incómoda, pero nunca he sido buena para conversar sobre las percepciones que tengo. 

Le seguí el juego, me desnudó.

-Esto nunca me había pasado antes, lo sabes... La otra vez, la semana pasada.

Y no, no fue eso que mató nuestra relación... La mató la distancia, los rumores, los planes pospuestos... Además había otra relación que tenía que resolver.

Habíamos pasado los mejores días viajando... Eramos dos turistas perdidos, con costumbres distintas... Después de los besos, nos llevamos ganas, me invitó a su habitación, acepté encantada.

Su altura y su cuerpo perfecto, avergonzaban mis kilitos... 

-Me encantan tus nalgas.

(En mi vida me habían dicho tal piropo, sino fuera por lo que lo conocía, pensaría era sarcasmo). Me sonroje...

-Y a mí las tuyas.  (Ninguna mentira... Uffffff).

Se puso sobre mí, nos besamos, empezaron los gemidos... Cambiamos de posición. Lo veo palidecer...

-Esto nunca me había pasado antes, lo sabes... Te tengo tantas ganas.

Y no, no fue eso que mató nuestra relación... Porque nunca la hubo... Él en Europa, yo en América... Hace 10 años lo hubiera intentado, cuando si creía en las relaciones a distancia.

Estamos hechos un nudo, nos lamemos, nos mordemos, saltan las prendas, siempre primero las de él, que siempre se está desnudando un minuto después... Pasa algo gracioso, me río, no puedo parar de reírme.

-Concentrese, que me saca de mí.

Espero la bendita frase porque de reojo veo que todo se bajó... - Esto nunca me había pasado...

Se me tira encima y empieza a comerme toda... Me vengo, me fui y me vuelvo a venir...

Y así me acaba (o se acaba) con la racha de la "bendita frase"