Estabas sobre mí tan jadeante, tan bella... Tenías el control, que no es algo con lo que me sintiese bien...
Recapitulemos y comencemos bien esta historia...Mi primera vez... fue extraña, sútil, pero ese día era diferente... Quería divertirme y salir, te llamé y me dijiste que sí, que fuera a la casa de ella y veríamos que hacíamos.
No recordaba donde vivía, te llamé, nos encontramos, te saludé y allí estaba ella...
Andabas lujurioso como siempre, pero como ya me conoces y sabes que no me apunto a tus juegos, simplemente sonreí.
Ella no paraba de hablar -o discutir, la verdad no noto esas pequeñas diferencias- solo recuerdo que yo iba a favor de lo que opinabas. Intentabas calentarme pero no había manera...
Decidimos dormir, ¿Una cama compartida para 3?
Por unanimidad, ella iría en el medio...
Apagadas las luces, la empezaste a besar, ella susurró algo a mi oído pero no entendí, moví la cabeza para que lo volviera a repetir y así nuestros labios se dieron el primer beso...
Parte II - No prendas la Luz
Siempre una perversa inocencia...
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