14 jul 2015

Viajar entre las nubes

Nunca les he contado de mis viajes... Reviso mi pasaporte, mis pasaportes. Mi primer viaje era para Brasil, voluntariado por 6 meses. Y todo resultó ser una farsa. Perdí dinero y empolvé mi primer pasaporte, porque claro la visa para Estados Unidos era uno de los requisitos... Me habían mentido en los trámites, que luego "no hubo tiempo para poder procesarlos" ni reembolso. Me hablaron de Londres, África... No creí ni una palabra más.

He viajado 4 veces... 3 en avión. Guatemala, Estados Unidos, Nicaragua. Pero nunca he indagado en cómo empieza todo... Y qué mejor que escribir desde la butaca de la sala de espera en un aeropuerto, total. Tengo que esperar 2:30 horas más.

Trabajé para una aerolínea... Todo el mundo iba y venía, menos yo. Mis amigos pensaban que a mí los tiquetes me los vendían baratos, pero no. Yo era "outsourcing" (como el restante 94% de los colaboradores en mi sede... Mejor dicho, solo 3 eran los que tenían esa ventaja, de casi 50 personas).

Yo sentada en la oficina pariendo y resolviendo con Estados Unidos (la casa matriz de la aerolínea) y algunos países latinoamericanos... Pero todo desde un cubículo, pidiendo códigos de acceso, usando otros usuarios, porque claro, yo era "outsourcing".

Empezó a correr un rumor, un nuevo que trabajaba a mi lado, lo iban a promover... Y yo, yo pariendo resolviendo a su lado, pero no, a él era el que querían llevar porque estaba entendiendo bien la operación (claro, el implementaba lo que yo le pedía, pero bueno nunca me he llevado mucho con mujeres, y allí el 95% lo eran).... Me putié, me parecía injusto. Para "contertarme" me movieron a otro puesto y me subieron 5% de salario. Pero seguía con la espina, empecé a ver la web, costos, países, a llenar papeles, a buscar... Visa canadiense, visa estadounidense. Claro. Eso, hice trámites para la visa estadounidense, para la canadiense necesitaba ahorrar un poco más. 

Mi "amigo gringo" (otra historia que se sabe a medias, pero ahora no concierne) siempre me hablaba de que obtuviera la visa y lo fuera a visitar, él invitaba. Hablamos, le dije... Alisté dinero, voy porla visa.

Y así por primera vez, tomé un avión con rumbo a Estados Unidos. Iba llena de miedo, no tenía una maleta, no sabía como empacar... Mi inglés, bastante deprimente. Y así me fui.

Él quería hacer una vida conmigo, casarnos, hijos. La cagó en menos de una semana. Me fue a dejar al aeropuerto, un poco decepcionada por él, pero feliz porque por primera vez en mi vida había visto elefantes, jirafas, un zoológico lindo, había estado en el aire, me había montado en "la" montaña rusa. Había entrado a "la" juguetería... Había conocido el agua fría de mar (acá es tibia, y me costaba entender porque la gente solo caminaba alrededor y no estaba en el mar... Claro ese mar era helado), los concursos de playa "gringos" las calles sin curvas, sin huecos, las distancias en millas, las direcciones con calles y avenidad... Los atardeceres a las 8pm (acá oscurece a las 5:30pm). 

Y sin querer... Las calles las cerraron... Había una neblina que hizo imposible el tránsito. El avión me dejó. Dos días en un hotel a la par del aeropuerto, esperando un vuelo para Costa Rica. Una carta de amonestación en mi trabajo por ausentarme dos días... Pero sobre todo, llegar a casa y pensar en el siguiente viaje.

12 jul 2015

¿Estás dispuesta a mudarte de país?

Había escrito un anuncio, buscando amor hace unos meses... La respuesta excedía mis espectativas pero tenía todo lo que no había pedido.

Yo quería alguien menor de 45, que estuviera feliz con su vida, sin vicios, atractivo. En fin, fácil pero no cualquiera lo cumplía. Muchos escribieron sin leer los requisitos y pues correos iban y venían. La parte más importante, alguien que viviese en Costa Rica.  

Y llegó su correo, un correo ingenioso, directo al grano, pero eso... Él hablaba de mudarme, o vivir en ambos países, solté la risa. Lo intenté una vez... Y creí aprender la lección. Le contesté que no creía en las relaciones a larga distancia y que cuando encontrará la respuesta me avisará. Me contestó elocuentemente y pues, él instaló Whatsapp y hablabamos largo y tendido.

Fotos, textos, audios. Bonitas conversaciones.

Un día así sin más me preguntó cuánto valía el tiquete para visitarlo. Busqué, le di la respuesta... Y empezamos a planear... Yo iba a viajar para conocerlo, yo desempleada, él trabajando. Era la mejor opción.

Me envió el dinero... Compré el tiquete un 23 de junio, para viajar un 14 de julio, iría a conocer a Mr. Pensilvania.