12 oct 2017

Atrasos, retrasos

Siempre difiero entre el uso de un término u otro.

La historia, es... Tenía un retraso de 20 días.

Una menstruación puntual... Como reloj de... Nap... Puntual como ella misma.

Pero 15 días, era caso grave. El Acierto (prueba de embarazo) había dicho que no, que no había de que preocuparse, yo igual, sin preocuparme, porque me sentía tranquila. Sabía que era una queja del cuerpo por algo más.

Él no estaba tranquilo, lo dijo ese día...

-Es que hemos estado jugando bien... Muy jodido el mundo que nos quiere hacer padres. Yo sería un buen padre... Vos...

Tuvimos una conversación extraña, él cuestionaba el mundo por las decisiones que tomamos y cómo el universo pateaba para el otro lado. Sí se rompió, si aquella vez que... Nada hacía sentido.

Soltaba las risas, sinceramente no me cabía en la cabeza el término "madre", lo decidí desde hace mucho. En conversaciones de familia, antes salía el tema, me decían ya verás, vas a cambiar de opinión, con la edad... Ellos vieron que el tiempo caminó y dejaron el tema de lado.

Tengo 32 años y mantengo mi mismo pensamiento. Más por sentirme ofendida con el ciclo biológico impuesto para hacerlo y saber que no se tiene la madurez para cumplirlo. Allá con 55 años, cuando me sienta preparada en todos los sentidos, veremos que resuelvo.

El punto, estaba jodidamente retrasada, atrasada... No aparecía.

Mi imaginación esperaba que la panza se me hinchará de guardar tanto... Explotar como esos monstruos de película, pero nada... Nada pasaba.
Estaba tranquila, sabía que mi cuerpo se quejaba por la poca atención que le he venido dando... Él preguntaba constantemente, hasta que dejé de responderle.

Ya harta le dije, me voy a hacer examen de sangre y resolvemos de una. Me dijo, -Esperemos a ver.

Y así sin más, un día... llegó.