♫♫ Se cansó de ser buenaAhora es ella quien los usa (Hmm-mm)Que porque un hombre le pagó mal (Mal)Ya no se le ve sentimental (-tal)Dice que por otro man no llora, no (Llora)
Pero si le ponen la canción (Hmm)Le da una depresión tonta
TUSA - KAROL GMi despecho nació un 09 de julio de 19xx, bastante ingenua, recibía mi primer beso y casi mi primer revolcón... Él sin querer ilusionarme, lo hizo... Y se marchó.
Lo busqué por un año, finalmente lo encontré cuando ya tenía una relación, y aún así quise mandarla a la mierda... Pero no, él era superficial y nunca le gusté tanto. Me mordió la vagina tan duro, que me apagó cualquier rastro de "amor"...
Me prometí nunca "esperar" o "insistir" tanto por alguien... así nacieron mis miles de relaciones casuales...
---
El despecho no solo viene del amor entre parejas, viene del dolor, del ego, del orgullo...
Mami y yo discutíamos, ella celosa por mi nueva relación y su posesiva personalidad me gritó: Hijadeputa...
La miré y contesté:
-Soy su hija, tenga un poco de amor en su corazón y piense las tonterías que está diciendo.
Esa discusión (o el silencio que hubo en casa) fue por meses... Fue nuestra última pelea. Ya nos llevamos bien nuevamente
---
Yo lloraba en mi cama, pensando en si había elegido mal... Lo había dejado irse al aeropuerto mientras me quedaba con el otro, el otro que nunca elegía, el segundo plato. Ese que había plantado tantas veces. Con el que no duraba más de 3 meses. Esa vez yo lo elegía a él, porque no era justo que siempre fuera segundo plato. "Merecía" (mos) estar juntos.
Por despecho él me fue infiel, al parecer nunca confió en mí... Y yo por despecho al enterarme, tomé un avión y busqué nuevamente al mismo...
Ese otro por despecho, había contado a nuestros amigos, mis intimidades y había hablado mal de mí sin razón.
Y por despecho, a tanto despecho, hice otras tonterías, otras solo las pensé. Miles, las escribí... Hoy leo ese cuaderno para saber que no quiero estar allí nuevamente.
---
Llamen el despecho: un mal karma, una ruleta rusa, una arma de doble filo, una conciencia perturbada. En el despecho, personalmente, fui atropellada, porque vivía con la cabeza en las nubes. Odiando todo.
Yo finalmente entendí que uno es el que más daño se hace, obviando el daño físico, el daño moral, es ego, es orgullo, es banalidad. Yo recuerdo llorar a cada rato, solo la meditación y el trabajar en mi autoestima me ayudó. A saber que él, ellos no me hicieron nada... fui yo la que eligió ser víctima, la que eligió sentirse mal. En lugar de renacer, me pulverizaba.
Así sin más, un día lloré tanto, empaqué todos los recuerdos, quemé todo y le escribí una carta de despedida. Fui libre.
Porque finalmente el que se ensucia las manos, el que huele a caca... es el que actua, el que obra con maldad, el que justifica sus actos, por los demás y no acepta su propia responsabilidad.
No gaste energías en situaciones, acciones o pensamientos negros que le hacen mal. Agradezca por esas personas que vienen a enseñarle, porque muchos de ellos vienen a enseñarnos, de lo que más carecemos: AMOR PROPIO.
Sentí cada palabra escrita como si contases partes de mi vida. Definitivamente el despecho es el peor consejero. Saludos y un abrazo!!
ResponderBorrar