Todo menos amor...

Había tenido la noche anterior una cogida monumental que como siempre no había sido planeada... Mi rodilla llora aún por esos movimientos. He de confesar que puedo contar con los dedos de UNA mano las veces en que he hecho "travesuras" planeadas. Siempre he preferido improvisar. Y ayer, eso había sucedido porque tenía un cartel que rezaba:

"Hoy lo que menos quiero es sepso"

Entre arrumacos, besos y Apocalytica habías buscado esta canción tan puta como nosotros...

Lo habías dicho, te lo podía dar todo, menos amor. Y no me molestaba en lo absoluto: A reglas claras, un buen juego. Me arrancaste los labios de un mordizco, me presionaste y me senté sobre tí... Amarraste mis piernas a tu cintura, abrazaste mis nalgas y me llevaste a la cama... Tumbada ante esa actitud que desconocía en tí, besabas todo mi cuerpo, y entre cada beso una prenda más se perdía en el suelo... Éxtasis, deseo y desenfreno puro...

Y hablaste entre una de las lamidas: "-¿Por qué siempre sos tan díficil?", con una sonrisa pícara te conteste: "-No soy díficil, solo me buscas cuando sabes que no quiero."

Te reíste y acentastes con la cabeza: -"Al parecer tengo el detector malo, siempre te tengo que rogar, te aprovechas de que me encanta cogerte."

También me reí todavía más duro de lo habitual... Vos no sos de los que elogian por elogiar... No entendía tanta labia en tus palabras, tu cara se veía molesta con  una pizca de excitación. Te detuviste y yo estaba en un punto de ebullición en que no había marcha atrás... Parecía que te ibas a ir y me ibas a dejar caliente... Te mataría si me hacías eso...

-"Estoy enojado, me molesta que penses que lo nuestro es SOLO sexo" e imitabas mi tono de voz mientras decías lo que te había contestado en la mañana: "Sí venís a coger, mejor ni vengas. Tengo ganas de todo, menos de coger."

Y con ese aire de egocéntrico que tenes y con el que sabes que podes presumir, volvías a tu sermón:
Yo puedo follarme a cualquiera, no tengo que pedir tanto... Pero con vos es diferente. Sos como yo, sin ataduras, sin amor, pero cuando me coges me deseas, yo te deseo, con cada beso que me das, con esos gemidos... Nos gozamos, nos disfrutamos. Puedo amanecer abrazado a tí o irme después de cogerte descomunalmente y solo me decís, cerrá bien la puerta, Buenas Noches. Sin líos, sin nada, solo sexo.

Seguías hablando, y hablando... Asustada porque nunca había escuchado tanta verborrea en tí, temble, temble tanto, tenía miedo que eso tan especial se rompiese, y que buscaras algo más o yo quisiera algo más... Agarré tu cara, aprete con mis manos tus labios, los mordizqueé y con nuestras bocas semi-abiertas logré respirarte un:

-Tocame ya... Cogeme ya... 

Entre besos desenfrenados, tu boca parecía un carro de carreras sin control, eran las palabras mágicas que esperabas...Amas mis tetas y te pegaste a ellas con mordizqueos y relamidas. Mis manos acariciaban mi concha mojada por tus caricias... Y ví esa mirada que me pone a alucinar, te habías quedado colgado mirando como mis manos recorrían mi entrepierna. -"Enseñame como querés que te toque".

Tome tu mano y la deslicé suavemente hacia mi humedad -"No debes apretar muy duro, tratala con cuidado, roza lentamente, si acomodas bien tus dedos podés tocar el clítoris y no me cojas con tus dedos si podés hacerlo con tu verga". Parecías un niño con el juguete que había pedido para navidad y entre gemidos me perdía entre tus dedos. Estaba tan mojada y relamiste tu dedo: -"Como me encanta este sabor, este olor"

Bajé y te besé la entrepierna, ansioso esperabas que te mamara, te lamí solo para aumentar el deseo...pero yo solo quería montarte. Sigilosa y ansiosa te rodeé con mis rodillas, sabías lo que pasaría y me tumbaste, ahora estabas encima mío, abrí mis piernas completamente, mientras abrazaba tu espalda tatuada la deslizaste lenta pero profundamente, y calzó tan perfecta como pieza de rompecabezas.

Mi pulso acelerado, mi corazón bombeaba sangre con descontrol, cada palpitar lo sentía por todo el cuerpo, mis piernas temblaban, quería decirte que no pararas, que estabas tan perfecto, las vibraciones, lo que sentía, no podía dejar de disfrutar tu vaivén, como mis senos brincaban, como jadeabamos, pero con cada movimiento solo brotaban gemidos de placer. Lo sacabas y lo metías solo para verme haciendo pucheros y muecas y solo dije: Te salvas que no tiene dientes sino ya te lo hubiese arrancado.

(Lo que va a leer a continuación mata toda la inspiración, pero así pasa en la vida real).

Aprovechandote de mi diminutez, me moviste como cubo rubí y me acomodaste de 4, me besaste el coño y me "apuñalaste" salvajemente con tu falo y mi rodilla crujió... (Siii, hizo crack)... Estabas tan asustado, me volteaste para ver si seguía viva y me empecé a reír como lo hago cuando me dan esos ataques... Ví que pusiste esa cara, inclinaste tu cuello, moviste tu cara hacia atrás, parecía que veías un punto en el techo... Y soltaste un -Ahhhhhhh.

Extrañada no entendía que había pasado, te mire y solo pudiste decir entre susurros y cansancio:
-"Cuando te ríes contraes y apretas muy fuerte los músculos pélvicos... Necesitaba concentración para no venirme... Pero me ganaste sin saberlo."