¿Casualidad o Causalidad?

¿No les ha pasado que están pensando en algo y eso que pensaron pasa unos instantes después... O varios días después?

A mí me pasa constantemente, usualmente lo llamo intuición para no creer que tengo poderes sobrenaturales, derivados de ser una observadora y poner atención a todo lo que me rodea. No creo en los chispazos, en las casualidades, creo en las causalidades, todo tiene un devenir, un por algo.

Viajo en bus TODOS los días y hay personas que tienen rasgos particulares que me llaman la atención, ya sea un vestido con lunares amarillos, unos anteojos coloridos, o personas con expresiones corporales: tristeza, depresión, alegría. Los humanos decimos más con expresiones faciales y corporales que con las palabras, y yo... Pongo mucha atención a esos detalles.


Y estaba él... Esperando el bus junto a mí sentado en la acera, rodeado de personas y estaba en una burbuja, tan despreocupado y a la vez tan concentrado y con un aspecto tan añejo (chancletudo para gente de la UCR)... Lo miré por más de un minuto sin pestañear y él no se movió, no reaccionó, no nada... Y quedé intrigada por él. Era inexpresivo, hasta cierto punto autista. Y no deje de mirarlo, lo seguí hasta que sus jeans desgastados bajaron del bus... Una semana después mi mamá se encontró el ID (cédula de identidad de mayoría de edad) de él: Manuel, extraño, pero cierto.

Varios meses después, para ser certera, hace dos semanas, Jorge ocupaba una cédula, recordé que tenía una: el famoso Manuel estaba en una gaveta, en una vieja billetera... Pero no, Jorge y Manuel no se parecían.

Y por extraña que fue la vida, volví a ver a Manuel, el mismo chico alto pero bien peinado, parecía que venía saliendo del baño, de la impresión tropecé mientras caminaba y con cada paso me repetía:

-Hola mucho gusto soy "La Puta que ahora le dicen La Malvada pero podes llamarme solo Karla", no me conoces, pero yo a vos sí, bueno no, solo por fotografía y una vez que lo vi en el bus. El mundo es tan pequeño, tan pequeño que tengo tu cédula, así que sé que te llamas Manuel. Hola Manuel... No se asuste...

Y allí empezaba el discurso de nuevo por no tener palabras para continuar, conforme me repetía la frase para darme seguridad más seguía caminando, y a mí espalda me despedía del verdadero Manuel.

Tuve miedo, y no le hable a Manuel... Y eso fue hace dos semanas...

Hoy, por trabajos, tareas, reuniones en grupo, cuñas para radio y esa fase creativa que tenemos que hacer los "publicistas" (o los que intentamos serlo en un futuro) no me vine en el bus que siempre tomo, me senté a esperar el siguiente y veo hacia un lado, era Manuel hablando por teléfono, parecía papá que está en la sala de espera "esperando" noticias del parto. Caminaba de un lado al otro, repetitivamente...

En mi cabeza me repetía todo el monólogo de nuevo:

Hola Manuel, no me conoces per... Manuel no corra, esto no es un asalto.

Y llegó el bus... Y me repetí: "O te sentás a la par de él o tras de él"... Pero el miedo me comió los nervios -de nuevo- y no pude...

Ya resignada porque no me había animado, toqué el timbre... Y Manuel estaba de pie, esperando también la MISMA PARADA.

Nos bajamos, y seguí caminando, él para la izquierda y yo para la derecha... Había dado unos 6 pasos... Volví a ver...

Él, él hizo lo mismo...

Y nuestras miradas se cruzaron...

♫ Sí hay una mujer perfecta caminando por las calles ella me anda buscando mientras yo la busco a ella y cuando yo la encuentre más van a brillar mis ojos ♫.

He de confesar que quite la mirada, que me puse roja, que temblé y que nuevamente no me anime a hablarle. Pero juro, y dejo constancia que si lo veo de nuevo, me mando valiente. Escuchen la canción, vale la pena.

Y voten por mi blog: http://apps.facebook.com/genteplay