10 nov 2014

Mi bebé

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He visto que muchas personas al no tener bebés presumen con sus mascotas... Hasta lo vuelven persona... Muchas hasta sustituyen el amor de una pareja, por la "compañía" de éstos. Yo, yo sólo quería un perro que jodiera en la casa, ya que la intensidad de mi madre ocupaba apaciguarse.

Nada de vigilar, nada de nada. Sólo un perro enano, que no ladrara como chihuahua, ni fuera agresivo. No pedía mucho, sólo un perro bonito que no creciera... Y pues, me mandaron a Loli.

Loli fue adoptada hace unos meses, duró dos semanas sin nombre, era una pelota enana negra hermosa, que aún hoy la confunden con perro, porque claro, las perras son blancas, y los perros negros... lloró el primer día y fue su última vez, ya que se calló al oír a mami gritarle: - Deje esa lloradera.

Forrábamos el patio en papel periódico, le hicimos una casita improvisada, la sacaba a pasear en las mañanas y las noches, y aún así la desgraciada nunca aprendió a dormir ni en su cama, ni hacer las necesidades en los horarios que yo podía sacarla.

Loli ha conocido más que muchas personas, por tener una dueña callejera. Se ha montado en bus, en camión, en carro, en la canasta de una bicicleta... Ha temblado al pasar por un puente de hamaca o al ver una vaca.

Se le han pegado más de 50 pulgas y 2 garrapatas, ha intentado posar para fotos (sin éxito alguno), es conocida en el barrio por majadera y simpática... Ha lamido más de 20 rostros, ha bailado cumbia y salsa en dos patas.

Es vina como mi madre, tanto que rompió las cortinas, al asomarse por la ventana para ver a mis vecinos.

En las noches escucho a mami hablarle, supongo que cuando no estoy, le debe contar más anécdotas, a mí eso me mata de risa.. Es tan "viva" que al esconderle sus galletas, busca primero en los lugares donde se las había escondido anteriormente.

Loli, no es una persona, no es mi bebé, es mi perra, nuestra perra, una perra que a pesar de cómo dice mi mamá, "Da más pérdidas que ganancias", le ha puesto locura y terquedad a ésta casa, y aunque sea malo que se haya comido el sillón, verla bailando cuando uno dice su nombre, es toda una ganancia.

2 comentarios:

  1. Hacía tiempo que esperaba una publicación así en tu blog. Da gusto que ese regreso sea en clave de perra, no desentona para nada... por el contrario.

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    1. Es que es tan mona (de fea) y negra... Queee cuesta tomarle una foto decente... Algún día voy a hacer un vídeo mientras ella se para de dos patas...

      Algún día.

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