8 feb 2019

Cartas de Liberación

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Ya conocen a mami por historias, o porque la conocen en persona. Ella es todo un personaje, han pasado los años, y la batería se le ha ido muriendo. La veo agotada, cansada, pero dando pelea, una resistencia agresivo-pasiva con el universo.

Mami es la mujer más importante en mi vida, es la persona que más amo, la que me ha enseñado más en la vida y la que más fuerte me ha hecho. Al mismo tiempo, es la persona que me rompe con una palabra, la que sabe herirme con una expresión en su cara y la que me debilita cómo si fuera kriptonita sólo porque sabe que puede hacerlo. Así fue mi adolescencia-mi adultez temprana. Discusiones sin sentido, peleas por todo y nada. Amándola mucho hoy, dejándola de querer un poco... Y así habíamos pasamos la muerte de mi abuela, de mi abuelo, que papi se fuera de la casa, su divorcio, la pérdida de la perra, mi accidente, sus problemas laborales, su obsesiva compulsiva manera de ordenar. Cada 15 días, en ésta casa habían discusiones... Todos los lunes, cuando volvía del trabajo. Por todo. Hasta por usar más paños de la "cuenta".

Para llevar la fiesta en paz, empecé a dejar que ella invadiera mis espacios, mi cuarto... Yo ponía mi ropa en una gaveta, para ella era mejor en el closet, yo no doblaba nada, para ella, la ropa interior doblada y organizada por color... Hasta los cables del celular se doblaban de una manera "especial". Llegué a acostumbrarme a "su orden" y dejé de discutir y respetarle su orden, en mis cosas... Le cerraba la puerta y ella como león, quería pelea... Golpeaba la puerta tan fuerte, que muchas veces rompió la misma. Su ira... Incontrolable. Yo me decía, algún día me iré. Nunca lo hice... Luego empecé a irme de la casa cuando empezaba a discutir... Era peor... Cuando me tocaba volver... No quería volver... Pero siempre volví.

Un día dejé de discutir, de cerrar la puerta, de irme... Empecé a escuchar, era ira sin sentido. Ya era ruido, ruido al que me había acostumbrado, me entraban por un oído y me salían por el otro. Y así sin más, dejó de discutir. Pero seguía invadiendo mis espacios, mi cuarto. No era nuestra casa, era su casa. Yo era una invitada más.

Empecé a hablar con él, sobre hacer una casa, una vida... Era mi manera de querer irme. Él nunca me escuchó. Y así decidí irme de viaje. Irme a vivir a otro país.

Yo me fui de viaje, viví sola y fui feliz, al volver nuevamente a casa, choqué con mami y su personalidad. Mami había enviado a su "pollita" a conocer mundo y volvía "a casa"... Porque, siempre vuelven, dicen las mamás gallina.

Volví, no por extrañarla, no por extrañar Costa Rica... No, por eso no volví. (Ese es otro tema). Y se unió todo... Todo para mal. Personas que quería, me dañaron. Y yo, en el medio. (Otro tema)

Detestaba estar en casa. Leí un cuento de Cortázar, que se llama Casa Tomada (recomendado) y esa era yo. Tenía miedo de estar en casa. No era mi casa. Mi cuarto, ya no lo era. Ya no había nada que me hiciera querer quedarme. Y aún así, no me iba. Sentí miedo de ser una de esas señoras de 60 que cuidan a su mamá de 90 años... Y ambas, se ven infelices.

Me sentía mal, porque no sabía porque tenía tanto desprecio, tanto enojo. Empecé a leer, leía todo, cuánto artículo encontraba, ejercicios, meditación. No se iba, y claro, cuando uno está mal... El sol es feo, el viento es feo, el canto de los pájaros es feo. Uno es feo. Todo es feo... Grisáseo, sentía asco, repudio contenido (el sentimiento que tenía por no resolver nada). 

Así un día, empecé a leer sobre perdonar... Sobre ataduras familiares y me daba cuenta, que los miedos de mami me habían creado miedos, que sus acciones me habían afectado, tuve miedo... 

Llegué a éste blog, a éste post.

Hice los pasos, uno a uno..: Escribí todo eso que no quería, quemé la carta... Pasé un mes vomitando... Con diarrea, estreñimiento. Sentía hambre a cada rato... Sentía calor, sentía frío.

Compré un tiquete para irme de nuevo... Me monté en el avión, y así, se me fue todo. Hasta mi amor por él. (Otro tema jajjaa).

♫♪ Y no hace mucho que rompí
Tu recuerdo pensando
Acabar de una vez
Pero el tiempo y la distancia
No son todo para mí
Siempre hay algo que me hace volver


La Carta - Héroes del Silencio

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